"¿Qué es el bdsm?: Sobre el bdsm"
No es nada fácil explicar qué es o en qué consiste el bdsm. Lo primero que debéis hacer para poder comprender lo que os voy a explicar a continuación es olvidaros de la mayoría de cosas que habéis visto u oido. La gran mayoría de reportajes que he visto o leído sobre bdsm han sido realizados por gente ajena a este mundo, por lo que sus trabajos proporcionaban una visión totalmente distorsionada y sesgada del bdsm. Generalmente se tiene una imagen del bdsm de cadenas, cuero y violencia. No es tan simple. Ni es tan crudo. El mundo bdsm es muy vasto. Vayamos por parte.
Las siglas "bdsm" significan: bondage (ataduras), dominación, sumisión, sadomasoquismo.
Generalmente, en una relación bdsm, una persona adopta el papel de dominante y otra el papel de sumiso/a. Sin embargo, se da mucho el caso de gente a la que le gustan ambos roles. A esta tendencia se le llama "switch". Para simplificar, a partir de ahora me referiré a una relación bdsm entre un Amo y una sumisa, aunque queda entendido que cualquier combinación es posible.
¿Hay reglas en el bdsm?: En efecto, las hay. Las tres reglas básicas del bdsm son: Sano, Seguro y Consensuado (SSC). Si en una relación bdsm no se cumple alguna de estas reglas, entonces ya no es bdsm. Además, a estas reglas yo siempre añado otras dos: respeto y diálogo.
El respeto hacia el otro es fundamental. Yo siempre digo que, por encima de Amos y sumisas, todos somos personas y como tal hemos de tratarnos. El bdsm es como la representación de un sentimiento y, mediante las sesiones y juegos, podemos expresar esos sentimientos. Yo puedo hacer muchas cosas y decir muchas otras a una sumisa mientras jugamos, pero siempre tengo presente que, por encima de todo, es una persona. Hay gente que, por el hecho de ser Amo/a piensa que es superior a la sumisa y que ésta es un objeto que ha venido al mundo para servirle y complacerle. No son Amos de verdad. Lo que necesitan es un psicólogo que les trate su complejo de inferioridad.
En una relación bdsm el diálogo es fundamental. Más, si cabe, que en una relación tradicional. ¿Cómo sé lo que una sumisa espera de mí? ¿Qué debo hacer para complacerla? ¿Qué deben hacer ellas para complacerme a mí? A veces leo en foros a gente que pregunta si existe alguna especie de manual para Amos o sumisas. No existe. Y si existe, no lo leería. Cada persona es un mundo, por lo tanto no puedo tratar a una sumisa como trataría a otra, puesto que ambas tienen diferentes personalidades, diferentes gustos y se comportan de forma distinta. Sólo hay una forma de ser un buen Amo o una buena sumisa: hablando y conociendo a la otra parte.
¿El bdsm es peligroso?: No. O al menos no más que cruzar la calle o bajar por unas escaleras. Del mismo modo que cuando cambiamos de acera miramos a lado y lado de la calle, en el bdsm basta con usar unas mínimas precauciones y tener un poco de sentido común. La sumisa jamás estará en peligro a menos que el Amo sea un incompetente, lo cual no tiene nada que ver con el bdsm. Un incompetente lo será siempre, con o sin bdsm.
¿La sumisa puede elegir?: Por supuesto que sí. La sumisa es quien pone los límites. Qué desea hacer y qué no. Dentro de esos límites el Amo tiene libertad absoluta, usando siempre el sentido común, claro está. Podrá, incluso, acercarse a esos límites. Pero nunca traspasarlos sin el consentimiento expreso de la sumisa. En el bdsm, el Amo es un guía en el camino que la sumisa recorre en su sumisión y entrega. Éste no puede forzar las cosas, pero puede ayudar a la sumisa a vencer sus propios miedos y barreras. Como ya he dicho antes, en realidad es la sumisa la que va avanzando y la que va diciendo qué quiere hacer.
¿Es necesario el dolor en el bdsm?: En absoluto. El dolor tan sólo es una pequeña parte del bdsm. Fetichismo, bondage, dominación, humillación, etc, forman parte del bdsm. Cada persona tiene sus preferencias, y deben ser respetadas. Por lo tanto, el hecho de que a una persona le guste o practique unos determinados juegos, o no, no lo convertirá en mejor o peor Amo o sumisa.
¿Qué aporta el bdsm a la sumisa?: Aparte de placer físico y psíquico, tras hablar con varias sumisas, he constatado que las sesiones y/o relaciones bdsm tienen dos efectos importantes sobre ellas: 1) una sesión bdsm es uno de los mejores desestresantes que conocen; 2) El bdsm les ayuda a conocerse a sí mismas como mujeres y personas.
¿Los practicantes de bdsm somos "raros"?: No más que cualquier otra persona. No llevamos un cartel en la frente que ponga "me gusta el bdsm". Cualquier amigo, vecino o familiar tuyo podría estar practicando el bdsm de forma habitual sin que tú lo sepas. Piensa en ello. De hecho, muchísimas parejas que no se consideran bdsm lo han practicado alguna vez sin saberlo. Usar unas esposas, pasar un cubito de hielo por el cuerpo, salir a la calle con poca ropa disfrutando de las miradas de la gente,...
¿El bdsm es una perversión?: ¿Perversión? ¿Y qué es una perversión? ¿Quién o qué decide lo que es una perversión? ¿Acaso bombardear un país para conseguir el petroleo de su subsuelo no es una perversión? Importantes profesionales no consideran el bdsm una perversión, sino un juego o alternativa sexual. El bdsm sólo se convierte en perversión cuando deja de cumplir alguna de las reglas SSC o se convierte en una obsesión enfermiza.
Por supuesto, todo lo que he escrito no es más que mi opinión personal, tan válida como la de cualquier otro. Quedan muchas, muchísimas cosas por explicar sobre el bdsm. No dudes en contactar conmigo si precisas de alguna aclaración o si deseas preguntarme algo.
Las siglas "bdsm" significan: bondage (ataduras), dominación, sumisión, sadomasoquismo.
Generalmente, en una relación bdsm, una persona adopta el papel de dominante y otra el papel de sumiso/a. Sin embargo, se da mucho el caso de gente a la que le gustan ambos roles. A esta tendencia se le llama "switch". Para simplificar, a partir de ahora me referiré a una relación bdsm entre un Amo y una sumisa, aunque queda entendido que cualquier combinación es posible.
¿Hay reglas en el bdsm?: En efecto, las hay. Las tres reglas básicas del bdsm son: Sano, Seguro y Consensuado (SSC). Si en una relación bdsm no se cumple alguna de estas reglas, entonces ya no es bdsm. Además, a estas reglas yo siempre añado otras dos: respeto y diálogo.
El respeto hacia el otro es fundamental. Yo siempre digo que, por encima de Amos y sumisas, todos somos personas y como tal hemos de tratarnos. El bdsm es como la representación de un sentimiento y, mediante las sesiones y juegos, podemos expresar esos sentimientos. Yo puedo hacer muchas cosas y decir muchas otras a una sumisa mientras jugamos, pero siempre tengo presente que, por encima de todo, es una persona. Hay gente que, por el hecho de ser Amo/a piensa que es superior a la sumisa y que ésta es un objeto que ha venido al mundo para servirle y complacerle. No son Amos de verdad. Lo que necesitan es un psicólogo que les trate su complejo de inferioridad.
En una relación bdsm el diálogo es fundamental. Más, si cabe, que en una relación tradicional. ¿Cómo sé lo que una sumisa espera de mí? ¿Qué debo hacer para complacerla? ¿Qué deben hacer ellas para complacerme a mí? A veces leo en foros a gente que pregunta si existe alguna especie de manual para Amos o sumisas. No existe. Y si existe, no lo leería. Cada persona es un mundo, por lo tanto no puedo tratar a una sumisa como trataría a otra, puesto que ambas tienen diferentes personalidades, diferentes gustos y se comportan de forma distinta. Sólo hay una forma de ser un buen Amo o una buena sumisa: hablando y conociendo a la otra parte.
¿El bdsm es peligroso?: No. O al menos no más que cruzar la calle o bajar por unas escaleras. Del mismo modo que cuando cambiamos de acera miramos a lado y lado de la calle, en el bdsm basta con usar unas mínimas precauciones y tener un poco de sentido común. La sumisa jamás estará en peligro a menos que el Amo sea un incompetente, lo cual no tiene nada que ver con el bdsm. Un incompetente lo será siempre, con o sin bdsm.
¿La sumisa puede elegir?: Por supuesto que sí. La sumisa es quien pone los límites. Qué desea hacer y qué no. Dentro de esos límites el Amo tiene libertad absoluta, usando siempre el sentido común, claro está. Podrá, incluso, acercarse a esos límites. Pero nunca traspasarlos sin el consentimiento expreso de la sumisa. En el bdsm, el Amo es un guía en el camino que la sumisa recorre en su sumisión y entrega. Éste no puede forzar las cosas, pero puede ayudar a la sumisa a vencer sus propios miedos y barreras. Como ya he dicho antes, en realidad es la sumisa la que va avanzando y la que va diciendo qué quiere hacer.
¿Es necesario el dolor en el bdsm?: En absoluto. El dolor tan sólo es una pequeña parte del bdsm. Fetichismo, bondage, dominación, humillación, etc, forman parte del bdsm. Cada persona tiene sus preferencias, y deben ser respetadas. Por lo tanto, el hecho de que a una persona le guste o practique unos determinados juegos, o no, no lo convertirá en mejor o peor Amo o sumisa.
¿Qué aporta el bdsm a la sumisa?: Aparte de placer físico y psíquico, tras hablar con varias sumisas, he constatado que las sesiones y/o relaciones bdsm tienen dos efectos importantes sobre ellas: 1) una sesión bdsm es uno de los mejores desestresantes que conocen; 2) El bdsm les ayuda a conocerse a sí mismas como mujeres y personas.
¿Los practicantes de bdsm somos "raros"?: No más que cualquier otra persona. No llevamos un cartel en la frente que ponga "me gusta el bdsm". Cualquier amigo, vecino o familiar tuyo podría estar practicando el bdsm de forma habitual sin que tú lo sepas. Piensa en ello. De hecho, muchísimas parejas que no se consideran bdsm lo han practicado alguna vez sin saberlo. Usar unas esposas, pasar un cubito de hielo por el cuerpo, salir a la calle con poca ropa disfrutando de las miradas de la gente,...
¿El bdsm es una perversión?: ¿Perversión? ¿Y qué es una perversión? ¿Quién o qué decide lo que es una perversión? ¿Acaso bombardear un país para conseguir el petroleo de su subsuelo no es una perversión? Importantes profesionales no consideran el bdsm una perversión, sino un juego o alternativa sexual. El bdsm sólo se convierte en perversión cuando deja de cumplir alguna de las reglas SSC o se convierte en una obsesión enfermiza.
Por supuesto, todo lo que he escrito no es más que mi opinión personal, tan válida como la de cualquier otro. Quedan muchas, muchísimas cosas por explicar sobre el bdsm. No dudes en contactar conmigo si precisas de alguna aclaración o si deseas preguntarme algo.
19 comentarios
Hellcat -
Gracias por leernos. Efectivamente esa era la idea que tenía cuando empecé a escribir este blog hace ahora poco más de 10 años. Estoy contento si te ha sido útil.
Saludos
Milou -
Hellcat -
Saludos
Ceporra -
Después de haber leído tus inicios con el post y como has explicado qué es el BDSM, debo decirte que me ha gustado mucho la forma que tienes de, como tu dices, darnos tu opinión sobre el tema, muy clara y fácil de entender.
Desde hace casi un año, comencé una relación BDSM, tengo alguien que considero mi amo y al que obedezco casi "sin rechistar", porque al principio había muchas cosas que cuestionaba, más que nada porque me negaba un poco a que me mandaran, nunca me había gustado, pero con el tiempo, sin embargo, no solo las acepto, si no que me he dado cuenta de que me gustan y cuando tarda en dármelas, las echo de menos.
Estoy de acuerdo contigo en que, el momento de los azotes (en mi caso con la mano), lo que me gusta, me excita y me genera mas morbo, no es el dolor en si, si no la preparación de la escena y la situación, cuando llegan los azotes es como una liberación para mi a toda esa tensión contenida hasta ese momento y si, hay veces que la intensidad con la que me los ha dado ha sido fuerte y en el momento me ha picado, pero después me gusta la sensación que se me queda y las marcas, hasta me da pena cuando desaparece.
De momento creo que estoy en mis comienzos como sumisa, pero espero seguir recorriendo el camino con mi Amo, hasta donde él conoce y a partir de ahí empezar a descubrir cosas juntos.
Gracias por tu blog, me ha gustado.
Hellcat -
Gracias por leer el blog. El primer paso es precisamente el que ya estás dando: investigar para descubrirte y definirte a ti misma. Primero de todo debes saber quién eres, qué te gusta, qué necesitas...
Que tengas un carácter fuerte no impide ni entra en contradicción con que seas sumisa en el BDSM. De hecho, malaika también tiene un carácter fuerte, y ya ves...
Si lo prefieres, puedes escribirme a mi dirección de correo (la encontrarás en el apartado "Juega con nosotros") para comentar las dudas que tengas de forma más extensa y en privado.
Saludos,
Hellcat
Otoño -
He comenzado a sentir curiosidad por este tema desde hace poco tiempo, en un intento de seguir explorándome. Y para ello tratando de nadar contra mi propia corriente. He estado investigando y me ha gustado mucho tu blog. ¿Cómo saber si soy sumisa? Siempre he pensado todo lo contrario, tengo carácter fuerte y dominante, y sin embargo mis fantasías sexuales más fructíferas, son las de ser dominada. Me gustaría comenzar a descubrirlo pero estoy un tanto desorientada. :)
Hellcat -
Cuando el Amo llama puta o lo que sea a la sumisa, no está más que representando un papel. En ningún mommento piensa que su sumisa (que es su esposa, amante o amiga) sea una puta. Tan solo es un medio para humillar a la sumisa. Humillación que, por otro lado, ella acepta.
Si a ti no te gusta la humillación, simplemente no la aceptes. Hay sumisas a las que les gusta y la necesitan. No se trata de entenderlo, simplemente de saber si eso te atrae o no. Como he dicho en otros artículos, cada cual entiende el BDSM a su manera, y todas son válidas mientras se cumpla la regla SSC, el respeto y el diálogo. Por lo tanto, si no te gusta que te humillen, coméntaselo a tu compañero de juegos.
Inis -
Gracias por los conceptos, la claridad y algunos puntos básicos porque siento lo mismo que sea "sano, seguro y consensuado" debe haber dialogo y respeto que son fundamentales en cualquier relación, pero por esa razón me crea una duda, la parte de la humillación dentro del BDSM no a entiendo, que te pongan a lamer los pies, qe te digna cerda o cosas asi siento que no van por la linea.
Perdona pero mi falta de experiencia me lleva a preguntar para aclarar aun mas la contrariedad que tengo. gracias
Hellcat -
Siempre me sorprende que me hagais esas preguntas. Que me pidais consejo sobre cómo crear un ambiente o sobre qué hacer en una sesión. La respuesta es muy sencilla: haz lo que tú desees. Ni más ni menos. ¿Para qué ibas a copiar el ambiente que yo te podría sugerir? No sería tu ambiente. No serías tú. La sumisa no te percibiría a ti, sino a otra persona a través de ti. Y seguro que tú no quieres eso.
Saludos
fran -
Si bien, se puede empezar con poco "atrezzo" y seguramente lo mas importante es el dialogo y las reglas...me gustaria crear un ambiente sencillo y lleno de encanto. Que me recomendarias? gracias de antemano.
Hellcat -
Comenzaré hablando de lo que siento yo cuando azoto a una sumisa. Lo que más me gusta y me da placer es su entrega. Los azotes duelen (ya sea más o menos en función de la fuerza aplicada), eso es indudable. Y ella lo sabe mientras la estoy preparando para ser azotada. y aún así no se resiste. Se deja atar. Eso es porque confía en mí. Y el que alguien confíe en ti hasta ese punto es algo muy gratificante. Por otro lado, mientras la estoy azotando, ella gime e intenta evadirse. Y sabe en todo momento que diciendo la palabra de seguridad podría detener la sesión y que el castigo cesaría... pero no lo hace. Lo aguanta hasta el final. ¿Hay mayor prueba de entrega?
¿Qué siente la sumisa? Bueno, esto es más dificil de responder para mí. Tengo entendido que los masoquistas buscan con el dolor un estado mental en el que se evaden de la realidad. Es como una especie de droga (pero más sano, claro) si quieres llamarlo así. Pero supongo que esto te lo respondería mejor un masoquista. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la sumisa no es masoquista? Pues bien. Hablando con sumisas he llegado a varias conclusiones. A algunas no les gusta que las azoten fuerte. Basta el contacto del látigo sobre su piel, un ligero azote, para "sentir" que están siendo castigadas y excitarse. Otras veces sin embargo, me han dicho que aunque no les gustan los azotes, si han sido bien dados, aunque se haya hecho de forma algo más fuerte, son placenteros. Sin embargo en ambos casos creo que hay algo más. Lo que verdaderamente les gusta es la sirtuación. en el bdsm la puesta en escena y el ambiente que se crea es determinante. Por lo tanto es factible pensar que las sumisas, auqneu en el momento de los azotes no disfruten físicamente de ellos demasiado, sí disfrutan psíquicamente. Y este placer psíquico aumenta con el tiempo, una vez ha acabado la sesión. Dicho de otro modo, la sumisa tiende a olvidar con el tiempo el dolor físico, puesto que este es instantaneo y solo tiene lugar durante los azotes, pero recuerda la situación vivida. Y esto le produce placer y morbo. Y entonces desea volver a repetir la experiencia para poder revivir de nuevo la sensación.
Espero haberme explicado bien y que te haya servido de ayuda. De todos modos, si hay alguna sumisa en el público, estaría bien que diera su opinión al respecto.
Saludos
Bluemoon -
Pero no voy a negarte la curiosidad que me despierta todo este asunto. Así que voy a permitirme el lujo de preguntarte algo un poco más indiscreto. Personalmente, puedo encontrarle el morbo a eso de las esposas, los potros o esas butacas llenas de correas. Donde no encuentro morbo alguno es en el dolor, en el sufrimiento. Mi pregunta es: cuál es el sentimiento o la sensación concreta que experimentas cuando azotas con el látigo a tu sumisa? Te produce gozo? se lo produces a ella?
El gozo lo produce la sensación de sentirse sometido/dominante o la sensación física del dolor?
Me gustaría conocer la experiencia de alguien que está directamente en contacto con este mundo como tú.
Si esta pregunta te parece demasiado personal, no hay obligación alguna de que me contestes.
Un saludo.
Hellcat -
Besis (bueeeeeno, pos sin hielo, jaja).
Brujita666 -
Un beso, sin hielo jajaja!
Hellcat -
Me tomaré tu comentario como una pequeña victoria ;).
Gracias.
Circe -
Me anime a visitar tu blog y me llamo mucho la atención, al leer este articulo, has disipado muchas telarañas de mi cabeza, pues como dices hay muchos mitos entorno al bdsm.
Anónimo -
Yo tampoco sabía lo que era el bdsm...Nunca te acostarás sin saber nada nuevo...en todo caso quiero que sepas que ya no toda la sociedad lo ve como una aberración, lo que faltan son muchas explicaciones y desvincularlo de términos como violencia o perversión...como bien dices.
Un abrazo y de nuevo gracias
Hellcat -
parapo -